Después de la última vigilia semanal que tuvo lugar el miércoles 30 de abril, marcando el 100ºº Día del Presidente Trump en el cargo, , Jenny Beatrice, Directora de Comunicaciones de las Provincias de Mid-North América, New York-Toronto, y Central South USA entrevistó a Fran Eskin-Royer, Directora Ejecutiva-, y Megeen White, Directora Asociada del National Advocacy Center de las Hermanas del Buen Pastor con sede en Washington DC, USA.
JB. ¿Cuál ha sido el objetivo de estas vigilias?
FER/MW: Durante los meses de marzo y abril, el National Advocacy Center se unió a otros 28 partners interreligiosos en las vigilias semanales de los Miércoles de Testimonio Fiel celebradas en el Capitolio, en Washington DC.
El objetivo de estas vigilias públicas semanales ha sido hacer un llamamiento al Congreso de Estados Unidos para que tenga valor moral e inste a los senadores y representantes estadounidenses a responder a lo que muchos consideran una alarmante extralimitación del ejecutivo, que ha dejado de lado al Congreso y ha amenazado los controles y equilibrios vitales de la Constitución de Estados Unidos.
Es alentador ver a personas de distintas religiones alzarse y hablar juntas en defensa del bien común, y nos recuerda que las diferencias no tienen por qué dividirnos.
¿Cómo ha afectado a su trabajo el actual rumbo de la Administración estadounidense?
Nuestro compromiso con los marginados, en particular con las mujeres y las familias, nunca cambia, sea cual sea el clima político: nuestra misión del Buen Pastor es nuestra Estrella Polar. Pero las incesantes y turbulentas decisiones y acciones que está llevando a cabo la actual Administración estadounidense ciertamente nos afectan. Particularmente porque muchas de ellas impactan y perjudican el foco de nuestro trabajo - aquellos que se encuentran en situaciones precarias y vulnerables.
En estos tiempos de cambio, tenemos que mantener los pies en la tierra y seguir trabajando en comunidad con otros grupos de defensa, tanto confesionales como partners, para perseguir el bien común.
La división de estos tiempos nos llama a redoblar nuestro compromiso con la reconciliación. Incluso cuando personas con opiniones o posturas divergentes no se comprometen con nosotros, tener la mentalidad de que somos una presencia reconciliadora determina nuestra forma de abordar las áreas clave de nuestro trabajo.
¿Cuáles son las principales áreas de trabajo del Centro Nacional de Abogacía?
Guiados por los Documentos de Posición del Buen Pastor(Good Shepherd Position Papers), nos centramos principalmente en cuestiones que afectan a la vida de las familias, en particular de las mujeres y los niños vulnerables en los márgenes de la sociedad.
Abogamos por promover la justicia económica y acabar con la pobreza; buscamos apoyo y seguridad para las familias migrantes, incluidos los refugiados y los solicitantes de asilo; abordamos la violencia en nuestras comunidades, en particular la violencia doméstica y la violencia armada; cuidamos de nuestros jóvenes en acogida; y mejoramos los apoyos para la salud mental y los trastornos por consumo de sustancias. Nuestro trabajo también se guía por las necesidades de las agencias asociadas del Buen Pastor en todo Estados Unidos.
Como consecuencia del respeto y el valor que se otorga al trabajo de las hermanas del Buen Pastor en todo el mundo para combatir la trata de seres humanos y apoyar a las víctimas de esta lacra que roba a tantos su dignidad y su libertad, ésta es una de nuestras principales áreas de incidencia.
En la medida en que nuestra capacidad lo permite, también trabajamos revisando cómo la política de Estados Unidos impacta en otros países, particularmente en los 67 países en los que las hermanas y los partners en misión llevan a cabo más de 400 ministerios del Buen Pastor. Somos conscientes de que somos una comunidad global y que Estados Unidos, con su riqueza y poder, tiene una influencia y responsabilidad de largo alcance.
Dados los tiempos de división que vivimos, es vital mencionar que una parte integral de nuestro trabajo y esfuerzos en cualquier tema, está informada y guiada por nuestra lealtad a la justicia y equidad raciales, la justicia medioambiental y la igualdad de género.
En estos ‘tiempos de división’ que menciona, ¿cuáles son los mayores retos a los que se enfrenta?
Mantenernos fieles a nuestro compromiso con la reconciliación puede ser un reto. Tenemos que ser capaces de decir nuestra verdad, pero también queremos asegurarnos de que establecemos relaciones con quienes tienen puntos de vista opuestos y preservamos las oportunidades de diálogo e -idealmente- de entendimiento mutuo.
En estos tiempos tan ajetreados e impredecibles, es fácil sentirse ansioso, así que el reto consiste en no sentirse abrumado: ¡hay demasiado en juego!
No es una hipérbole decir que la gente está sufriendo -o corre el riesgo de sufrir- como consecuencia de las decisiones de la actual Administración. La velocidad a la que se producen actualmente las órdenes ejecutivas, los desafíos legales y las conversaciones en el Congreso ha hecho más difícil mantenerse al día de los numerosos cambios y discernir nuestros próximos pasos. Sin embargo, dado que colaboramos con múltiples coaliciones y organizaciones -algunas de las cuales se centran únicamente en una cuestión-, nos ponemos al día constantemente sobre los cambios y las oportunidades de actuación.
Otro gran reto es combatir la desinformación en estos tiempos de sobrecarga mediática, bots de inteligencia artificial extranjeros y nacionales, y mucha gente hablando por encima de los demás. Para validar o cuestionar algunas de las cosas que dicen los influyentes medios de comunicación y las entidades gubernamentales sobre los problemas, también confiamos en nuestras agencias asociadas del Buen Pastor para escuchar las voces de las experiencias vividas por sus clientes, estudiantes y residentes.
¿Cómo mantiene la misión, la visión y los valores del Buen Pastor en el centro de su labor de defensa?
En todo lo que hacemos es primordial reconocer el valor -el valor individual- de cada persona - de todos aquellos con los que trabajamos, de aquellos por los que abogamos y con los que defendemos, y de aquellos con los que discrepamos.
Reconocemos que el entrelazamiento de la justicia y la compasión - una relación construida sobre la equidad y la bondad - es fundamental para crear las comunidades saludables que buscamos. Estas relaciones incluyen las que mantenemos con los legisladores y su personal, con otros grupos y organizaciones de defensa y con la comunidad del Buen Pastor en general.
Nuestras estrategias de defensa son variadas, pero se llevan a cabo en colaboración con múltiples coaliciones y grupos confesionales y partners. Todo lo que hacemos en este mundo de hoy, lo hacemos siguiendo los pasos de San Juan Eudes y Santa María Eufrasia.
En nuestro trabajo, no nos contentamos con amar con pequeños corazones humanos, ¡amamos con nuestros grandes corazones!