Por Sr. Anastasia Perera, RGS, Sri Lanka (Provincia de Sri Lanka / Pakistán)
Durante los últimos 20 años, mi trayectoria con los jóvenes de Sri Lanka ha sido profundamente enriquecedora. Su fe inquebrantable, su entusiasmo contagioso y su energía vibrante siguen inspirándome. Estos corazones jóvenes no solo me han impresionado, sino que también han despertado en mí un deseo cada vez mayor de servirles y, a través de ellos, servir a la Iglesia. Caminar junto a ellos ha sido una poderosa invitación a profundizar mi propia fe en nuestro Dios maravilloso.
Tres jóvenes del Movimiento Juvenil Jesús de Sri Lanka estaban destinados a acompañarme al Jubilee of Youth in RomeSin embargo, debido a circunstancias ajenas a nuestro control, solo uno pudo asistir a las recientes celebraciones del Jubileo. En Asís, donde el Movimiento Juvenil Jesús realizó una peregrinación, se sintió con fuerza el espíritu de unidad y misión. Allí se reunieron 165 jóvenes de 23 países para “soñar con esperanza” y construir juntos el Reino de Dios como una sola familia dentro de la Iglesia.
Mi experiencia durante el Jubileo confirma mi convicción de que estos jóvenes están verdaderamente arraigados en los valores del Reino. Al acompañarlos en su camino por la vida, podemos ser testigos de su crecimiento como personas que reflejan a Cristo en su vida cotidiana, a través de sus palabras, acciones y relaciones.
La reunión del Año Jubilar, que reunió a más de un millón de jóvenes de todo el mundo en Roma, fue un poderoso recordatorio de que pertenecemos a una Iglesia universal. Fue un testimonio de que es posible un mundo diferente,“un mundo de fraternidad y amistad donde los conflictos no se resuelven con armas, sino con el diálogo”, como recordó el Papa León XIV a los jóvenes.
Mientras sigo acompañándolos tanto en el contexto local como global, comparto con ellos un sueño común: vivir y construir el Reino de Dios juntos..