Al entrar en la temporada de Cuaresma - un tiempo de renovación y transformación - reflexionamos sobre cómo las palabras y acciones del Papa Francisco encuentran su expresión a través de la acción, la defensa y la oración de nuestra misión del Buen Pastor.
El Papa Francisco ha defendido incansablemente la dignidad y los derechos de las mujeres y las niñas y ha condenado la discriminación, la explotación y la falta de oportunidades educativas.
En Fratelli Tutti, el Papa aboga por un mundo en el que todas las mujeres y niñas puedan prosperar con dignidad y oportunidades. Sus enseñanzas nos recuerdan que los derechos, la igualdad y el empoderamiento son expresiones esenciales de nuestra fe, una visión de la que se hace eco nuestra misión global.
Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor adopta una postura clara sobre la niña, en la que reconocemos que, desde su nacimiento, muchas niñas se enfrentan a obstáculos que limitan su potencial. Son sometidas a matrimonios precoces, a la negación de la educación, a la trata y a diversas formas de violencia de género.
Estas injusticias, profundamente arraigadas en los sistemas patriarcales, exigen nuestra atención y acción urgentes.
Llamada a la acción
En esta Cuaresma, comprometámonos a ser instrumentos de derechos, igualdad y empoderamiento. Al igual que Jesús, el Buen Pastor, elevó a los marginados, rompiendo las normas sociales para afirmar el valor de los vulnerables y de los marginados de la sociedad, nosotros también estamos llamados a ser instrumentos de cambio, trabajando para potenciar las vidas, defender los derechos y restaurar la dignidad de todas las mujeres y niñas que se encuentran en situación de necesidad.
Esta semana, al celebrar el Día Internacional de la Mujer, recordemos que el ayuno cuaresmal no consiste simplemente enrenunciar a cosas’ sino en rechazar la injusticia de género, hacer frente a la desigualdad y dar pasos tangibles hacia la renovación y la transformación personal y comunitaria.
Ya sea a través de la defensa, la educación o la oración, cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en esta lucha continua por la justicia de género para crear un mundo en el que nadie se quede atrás.