Daño climático, derechos humanos: La desfosilización es la obligación moral de nuestro tiempo

Daño climático, derechos humanos: La desfosilización es la obligación moral de nuestro tiempo

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Por Margaret Lynch, Coordinadora de Justicia y Paz, GSIJP

“El carbón es el hígado de la Madre Tierra. Necesita permanecer en su cuerpo para que esté sana.”

— Roberta Blackgoat, Anciana Navajo

El cambio climático ya no es solo un problema ambiental, sino la crisis de derechos humanos que define nuestro tiempo. Cada año, presenciamos desastres climáticos más frecuentes y graves: inundaciones, sequías, incendios forestales y fenómenos meteorológicos extremos que impulsan la inseguridad alimentaria, desplazan comunidades y crean una creciente ola de refugiados climáticos.

En el corazón de esta crisis se encuentra el uso continuo de combustibles fósiles.

Durante el 59.º periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Elisa Morgera, Relatora Especial sobre derechos humanos y cambio climático, presentó un contundente informe que insta a un rápido abandono global de los combustibles fósiles, principal causante del cambio climático.

"Los impactos interrelacionados, intergeneracionales, graves y generalizados del ciclo de vida de los combustibles fósiles en los Derechos Humanos, sumados a seis décadas de obstrucción climática, exigen una desfosilización urgente de todas nuestras economías para lograr una transición justa, efectiva, basada en los Derechos Humanos y transformadora”, escribió.

(Vea la declaración de Elisa Morgera en el video de arriba y lea el informe completo aquí)

El informe de Morgera también advierte que la industria de los combustibles fósiles ha trabajado activamente para ocultar la conexión entre el uso de combustibles fósiles y el empeoramiento de los fenómenos climáticos que enfrentamos actualmente. Exhorta a los Gobiernos a garantizar el acceso público a esta información crucial, prohibir la publicidad sobre combustibles fósiles y prohibir nuevas licencias para combustibles fósiles.

Esto marca un punto de inflexión. Históricamente, la defensa del clima y el trabajo en favor de los Derechos Humanos se han tratado como esferas separadas. Los combustibles fósiles, por ejemplo, nunca antes se habían mencionado explícitamente en una resolución del Consejo de Derechos Humanos. Hoy en día, es cada vez más evidente que esta división ya no nos beneficia.

De hecho, la transición hacia el abandono de los combustibles fósiles puede ser la medida más impactante que los Estados pueden tomar para cumplir con sus obligaciones en materia de Derechos Humanos. El Comité de los Derechos del Niño de la ONU ha enfatizado que los Estados tienen responsabilidades extraterritoriales : pueden ser considerados responsables cuando sus acciones (o inacciones) perjudican a niños en otras partes del mundo.

El cambio climático, impulsado por los combustibles fósiles, pone claramente en peligro el derecho de cada niño a un futuro seguro, saludable y feliz.

Nuestra respuesta del Buen Pastor

Como Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, nos comprometemos profundamente a abordar el cambio climático, reconociendo que el cuidado de nuestra casa común y el cuidado de los más vulnerables están inextricablemente vinculados. Nuestra Documento de Posición sobre Ecología Integral nos llama a reconocer que "la degradación ecológica y el sufrimiento de los pueblos y las formas de vida en todo el mundo están entrelazados; son un solo fenómeno.”

No podemos ignorar que los más afectados por el cambio climático suelen ser aquellos que ya están marginados por la injusticia económica y social: las mismas personas a las que servimos a través de nuestra misión de reconciliación y sanación del Buen Pastor. Las mujeres, las niñas, los niños, las comunidades indígenas y quienes viven en la pobreza soportan la mayor carga de los impactos climáticos y son quienes menos contribuyen al problema.

Nuestra base espiritual nos enseña que la reconciliación con la Tierra exige una nueva conciencia, una nueva identidad y nuevos comportamientos centrados en la hermandad con toda la Creación. Como nos recordó el Papa Francisco en Laudato Si', necesitamos "un nuevo enfoque ecológico que transforme nuestra forma de habitar el mundo, nuestros estilos de vida, nuestra relación con los recursos de la Tierra y, en general, nuestra forma de ver a la humanidad y de dar vida.

Un llamado a la acción

Todos tenemos un papel que desempeñar para impulsar una respuesta justa y centrada en los derechos humanos al cambio climático. Aquí te explicamos cómo:

  1. Infórmate y educa a los demás sobre el papel que desempeñan los combustibles fósiles en el cambio climático y el sufrimiento humano.
  2. Aboga: Si preparas propuestas para el EPU o para los órganos de tratados (por ejemplo, la Convención sobre los Derechos del Niño, la CEDAW), incluye un lenguaje contundente que exija la desfosilización de nuestras economías.
  3. Movilízate:: Únete y apoya la Iniciativa del Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles , como individuos, organizaciones o provincias. Anime a otros a hacer lo mismo.

No podemos esperar a que otros actúen. Como Buenos Pastores, estamos llamados a ser la voz de quienes no la tienen, incluyendo nuestra Tierra y las generaciones futuras que heredarán las consecuencias de nuestras decisiones de hoy.

!Cuando cuidamos nuestra casa común, cuidamos de los más vulnerables!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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