Por el P. Jean-Michel Amouriaux CJM, Superior General de la Congregación de Jesús y María (comúnmente conocidos como los Eudistas).

El 31 de mayo de 1925, Domingo de Pentecostés, Juan Eudes —Sacerdote, Misionero y Fundador— fue declarado Santo por la Iglesia universal. Fue reconocido como un Santo que vivía para la Gloria de Dios, contado entre quienes interceden por el mundo, y especialmente por quienes viven su carisma y continúan las misiones que él inició. Celebraremos el centenario de este día solemne a finales de este mes.

Cuando hablamos de "nosotros,'' ¿a quién nos referimos ? Es un ''nosotros" muy amplio, ya que Juan Eudes es un Santo de toda la Iglesia, no solo de un grupo en particular. Sin embargo, algunos se identifican más estrechamente con él, particularmente las Hermanas de Nuestra Señora de la Caridad y los miembros de la Congregación de Jesús y María, dos institutos que fundó en 1641 y 1643, respectivamente.

Este núcleo de Fundaciones se amplió posteriormente con la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, establecida tras la reforma introducida por Santa María Eufrasia Pelletier en 1.835. Esta pertenencia compartida se ha hecho aún más visible desde la reunificación de los dos Institutos hace 11 años.

Además de estas Fundaciones directas, existen Congregaciones fundadas en referencia a San Juan Eudes, ya sea a través de un miembro de la Tercera Orden que fundó en 1648 o a través de un Sacerdote Eudista que acompañó la Fundación de un nuevo Instituto. Hoy en día, esto forma una familia de 12 institutos en todo el mundo,, con numerosos fieles laicos también, sin mencionar a todos los colaboradores que participan en las misiones y obras.

El 31 de mayo se celebrará una Eucaristía en la Iglesia de San Luis de los Franceses en Roma para conmemorar el evento, con una delegación de todas las provincias Eudistas, tanto sacerdotes como Laicos. Por supuesto, se celebrarán otras Eucaristías en otras partes del mundo.

Celebrar a San Juan Eudes es buscar conocerlo más profundamente. A menudo, solo tenemos una idea general de algunas etapas de su vida, pero aún queda mucho por hacer para conocer verdaderamente su vida, comprender su pensamiento, creer en su intercesión y dejarnos inspirar más profundamente por sus carismas fundacionales.

Reconocemos en él a un hombre apasionado por Cristo y su Madre, la Virgen María, deseoso de darlos a conocer y amar en todas partes y por todos, con un corazón lleno de fuego consumidor, buscando siempre el bien de quienes encontraba. Comprendió los desafíos sociales y religiosos de su tiempo y encontró maneras de responder a las necesidades que percibía. Se rodeó de colaboradores y apoyo para avanzar juntos en sus fundaciones. Fue ingenioso en sus formas de vida, misión y acción, y también en la difusión a través de sus escritos. Soportó las pruebas con paciencia y amor por sus detractores.

Al acercarse el centenario, es una oportunidad para reafirmar nuestro apego a San Juan Eudes, para que siga guiando todo lo que emprendió, nos mantenga fieles y nos inspire a ser creativos en el anuncio de la salvación en 2025!

Peregrinos de la esperanza, ¡Renovemos la alegría de ser discípulos de San Juan Eudes!