Desde 2016, el Buen Pastor de Irlanda ha estado gestionando un Plan de Préstamos sin Interés (PPSI) basado en el modelo de un Plan similar NILS ofrecido por el Buen Pastor Australia-Nueva Zelanda, y que proporciona asistencia financiera a las comunidades vulnerables. 

El objetivo de estos sistemas de préstamo es contrarrestar la dependencia de los prestamistas entre las personas excluidas económicamente proporcionando préstamos asequibles y formación financiera..

Este modelo innovador, basado en la confianza y el empoderamiento, se asocia con organizaciones públicas que trabajan con grupos específicos, como son los inmigrantes y refugiados, las personas sin hogar y los afectados por la violencia de género (VG).

Durante los 16 días de Activismo Contra la Violencia de Género reflexionamos como estos Planes de Préstamo están apoyando a las mujeres afectadas por la VG y el abuso financiero.

Aquí Sandra (nombre ficticio), una sobreviviente de VG y cliente del PPSI nos cuenta su historia de cómo escapó de una pareja abusiva.

"La violencia doméstica fue una característica preeminente de mi matrimonio, aunque tardé muchos años, primero en reconocer lo que estaba ocurriendo, y luego muchos más en buscar ayuda para escapar del abuso. Cuando por fin acudí a la policía, decidieron investigar a mi marido por control coercitivo , una forma de maltrato doméstico que adopta muchas formas diferentes, como el abuso físico, sexual, emocional y financiero.

El Plan de Préstamos Sin Intereses jugó un papel muy importante para ayudarme contra el abuso financiero que sufrí. A menos que alguien haya experimentado un comportamiento coercitivo y controlador, es muy difícil explicar el impacto que esto tiene en la vida cotidiana.

Mi esposo controlaba todas las finanzas. Nunca tuvimos una cuenta bancaria conjunta, y yo tenía que pedirle de todo. Cuando finalmente pedí ayuda, muchas puertas se cerraron. Se me aconsejó pedir la ayuda el gobierno, pero como mi marido seguía viviendo en nuestra casa, se me evaluó de acuerdo con sus ingresos, y por tanto yo tenía derecho a nada.

Me sentí sola y abandonada por una sociedad que no quiere reconocer que la violencia de género existe hasta hoy en Irlanda.

Durante muchos años quise desesperadamente continuar mis estudios universitarios, pero no tenía ni siquiera una laptop para hacer una búsqueda sobre posibles cursos. Una de las principales características del maltrato que sufrí fue el acoso en línea, y me enteré de que mi agresor vigilaba mi teléfono mediante programas espía.

El PPSI me concedió un préstamo para comprar un ordenador portátil. No tengo palabras para describir los cambios que esto supuso en mi vida. Hasta ese momento, mi mundo había sido muy pequeño y no tenía ninguna forma segura de interactuar con el mundo exterior. PPSI me ayudó a disponer de un espacio seguro -lejos de mi teléfono- en el que pude empezar a aprender en línea en secreto y adquirir los conocimientos y el apoyo que necesitaba para construir una nueva vida para mis hijos y lejos de mi marido abusivo.

Con mi nueva Laptop comencé un curso en línea, y después de dos años obtuve un título de posgrado, lo cual me permitió obtener mi primer trabajo fuera de casa después de una década. Si yo no hubiera obtenido el apoyo y la confianza que PPSI ofrece a los sobrevivientes de violencia de género, no hubiera podido acceder a una formación superior y a un empleo seguro, tampoco hubiera obtenido el apoyo en línea para las víctimas de violencia de género. PPSI nos condujo a mi familia y a mí hacia una nueva vida pacífica y segura.

Siempre estaré agradecida por el préstamo para comprar una laptop cuando muchos otros espacios se cerraban delante de mí. PPSI me abrió una puerta cuando sentí que no había otra opción que regresar hacia mi compañero abusador.

Espero que mi historia pueda animar a otras mujeres que se sienten olvidadas a enterarse de que existen ayudas y apoyos para escapar de la violencia de género."