Como miembro de la comunidad internacional en Angers, Francia, desde 2020, la Hermana Nancy Pereyra, originaria de Perú, fue recientemente invitada por Le Mag, la revista trimestral de la Provincia de Europa BFMN, a presentarnos a él desde su perspectiva, lo cual compartimos aquí contigo.
Al inicio del cónclave, pensé que el único cardenal peruano participante era Monseñor Carlos Castillo, actual Cardenal de Lima. Desconocía que Monseñor Robert Prevost había adquirido la nacionalidad peruana en 2015 —un hecho no publicado— ni que en 2023 el Papa Francisco lo había convocado a Roma para nombrarlo Prefecto del Dicasterio para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina.
Un recuerdo de 2015
Debido a mi trabajo en la pastoral vocacional de mi Provincia Peruana, tuve la oportunidad de conocer a Monseñor Prevost en Chiclayo y en Lima. Recuerdo un momento en particular: era 2015, en la festividad del Corpus Christi —una de las celebraciones religiosas más importantes del norte del Perú, que se celebra como día festivo allí, pero no en el resto del país—, cuando una de nuestras comunidades de Notre Dame de Charité du Bon Pasteur se unió a un grupo de jóvenes para participar. El evento tuvo lugar en el estadio de fútbol de la ciudad. Fue una de las primeras actividades pastorales que Monseñor Prevost presidió como nuevo obispo.
Primero fue la procesión, luego la misa, que concluyó alrededor del mediodía. Después, los grupos parroquiales se reunieron para compartir una comida, preparado por ellos mismos. Durante ese tiempo, Monseñor Prevost circuló entre ellos, saludando a todos y agradeciendo su participación en la celebración Diocesana. Era fácil reconocer a quienes habían viajado desde los pueblos más remotos.
Le preocupaba especialmente saber cómo habían hecho el viaje, si podían permitirse comprar comida y si había alguna forma de ayudarlos, porque entendía su realidad.
Autenticidad y Sencillez
En mi propia experiencia, he conocido a muy pocos Obispos que se muestran genuinamente disponibles para atender y escuchar a los pobres. Creo que su labor misionera en comunidades aisladas —donde se vive con autenticidad y sencillez, sin excesivo formalismo— fue decisiva en la formación de su Vocación. Confío en que continuará el camino iniciado por el Papa Francisco, porque conoce verdaderamente las realidades de los pobres, sus necesidades humanas y espirituales, y de quienes se encuentran al margen de la sociedad. Los llevará consigo en su memoria y en su corazón como discípulo de Jesús.
Espero que con su ayuda podamos construir puentes de paz —tan urgentemente necesarios en estos tiempos de conflicto continuo—, «una paz desarmada y que desarma. Una paz humilde de Dios, que nos ama a todos incondicionalmente», como dijo en su discurso inaugural.
¿Tiene alguna anécdota sobre su encuentro con nuestro nuevo Papa León XIV que le gustaría compartir?
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