Por la Sra. Maria de Fátima Coelho Pires, Jefa Regional para Europa Meridional
La comunión y la transformación son dos elementos de las estructuras invisibles a las que se nos desafía y se nos llama a poner en práctica en nuestra realidad vivida de hoy.
Conscientes de que una vida religiosa fructífera depende de una vida comunitaria de calidad y de la vivencia de nuestros votos, debemos ser creativas y dar pasos audaces para asegurar que las hermanas permanezcan vinculadas a un líder canónico en el futuro - particularmente a la luz del menor número de hermanas disponibles para el liderazgo dada su creciente edad y la disminución de nuevas vocaciones.
Con la misión y en el deseo de vivir la vida comunitaria con un nuevo dinamismo en el centro, hemos entrado en un proceso de discernimiento a través de la reflexión teológica sobre la nueva estructura para nuestras comunidades en la Región de Europa del Sur. En este proceso, hemos dado prioridad a la inclusión y al diálogo, conscientes de que todo lo nuevo puede provocar inseguridad, miedo y ansiedad. Buscamos una nueva forma de gobernanza para ponerla en práctica, confiando en la gracia de Dios que, a través del Espíritu Santo, guía la historia.
Debido a su proximidad, tenemos dos comunidades locales, que incluyen casas de dos países: una de Portugal y España y otra de Italia y Malta.
Cómo vivimos en comunión y qué facilita esta comunión es importante, y esto es un reto para la capacidad de liderazgo de estos líderes comunitarios. Nuestras Constituciones son muy ricas y claras en este sentido:La vida comunitaria es la expresión del amor mutuo que nos une. Reunidas en el nombre de Cristo, somos una comunidad establecida en la fe, que vive en la esperanza y tiende a alcanzar la caridad perfecta.» (Const. n° 32)
A la luz de esto, se crearon algunas comunidades canónicas locales con dos a seis casas (antiguas comunidades), con una líder canónica que “guía a la comunidad en el discernimiento... busca estar disponible y fomentar la unidad y las iniciativa mediante una comunicación cordial y la confianza mutua. Ella asegura que los medios para el crecimiento integral de las hermanas estén disponibles.(Const. Nº 91). En cada casa, una hermana enlace permanece en estrecha comunicación con la responsable canónica.
Estamos en proceso de implantación de esta nueva estructura, por lo que todo es nuevo y flexible. Cada comunidad local es diferente y adopta su propia dinámica para mantener la vida apostólica y el dinamismo en toda la comunidad.
Existen muchas diferencias entre las distintas comunidades locales de la región en términos geográficos y de proximidad. En Portugal y el sur de España, las comunidades locales tienen casas que están más cerca unas de otras, mientras que en España e Italia/Malta, las distancias son mayores, por lo que cada comunidad tiene una dinámica diferente.
Las nuevas tecnologías facilitan estas comunicaciones, que son necesarias para mantener vivo el proceso de acompañamiento por parte de los responsables canónicos y para que las hermanas estén bien conectadas. Estas nuevas comunidades son interesantes y dinámicas. Podemos decir con Santa María Eufrasia: “Si os amáis siempre las unas a las otras, si os sostenéis siempre las unas a las otras, seréis capaces de hacer maravillas”(Entretien 68).