Por Jacqueline Santana Pinto, Partner en la Misión, Brasil (Provincia del Sudeste de América Latina)
A finales de octubre, hermanas y partners de la misión de todo Brasil y Paraguay se reunieron en Mairiporã, estado de São Paulo, Brasil, para fijar juntas/os nuevos objetivos y fortalecer su espíritu de colaboración y fraternidad.
El evento fue el sueño del Comité de Partenariado del Buen Pastor de la Provincia (GSPC), que se estableció en 2019 a la luz del informe de la Congregación el Celo nos llama a responder, que pide el pleno compromiso de los partners en la misión.
Después de haber sido pospuesta debido a las restricciones de Covid, los cuatro partners en misión y las cinco hermanas que forman el GSPC trabajaron incansablemente en sus preparativos para llevar a cabo esta experiencia enriquecedora e inspiradora, y estuvieron encantados de poder dar la bienvenida a la Líder de la Congregación, Hna. Joan Marie López, y a los miembros de su Equipo de liderazgo.
El tema del encuentro fue: El Espíritu nos llama a vivir nuevas relaciones en colaboración, en el contexto de una Congregación global en la que cultivamos y sembramos la espiritualidad de Jesús Buen Pastor a la luz de la ecología integral.
La reunión proporcionó un entorno ideal para fortalecer el partenariado, ampliar la reflexión sobre el significado de esta palabra en la realidad actual y dar valor al trabajo de hermanas y partners en misión, juntos por la misión.
Vi cómo la gente era favorable a vivir positivamente en un partenariado acogedor y estaba abierto al proceso de transición que experimentaremos con la Nueva Estructura de Gobierno de la Congregación.
Compartiendo historias y escuchando nuestras diversas experiencias vividas de partenariado, nuestro compromiso con la misión del Buen Pastor encontró una nueva inspiración y se renovó ,algo esencial para mantener motivados a los trabajadores de primera línea, especialmente en contextos difíciles.
Uno de los momentos culminantes de la reunión fue llegar a definir y celebrar los valores esenciales de la vida de un partner en misión del Buen Pastor. Estas conversaciones tuvieron sus raíces en el proceso de reestructuración y consulta con los grupos de asociados de la provincia durante estos últimos años.
Otros aspectos del programa incluían formación práctica y teórica para asegurarnos de que volveríamos mejor preparados para llevar a cabo la misión.
Fue una verdadera alegría estar juntos/as con personas que comparten el mismo carisma y espiritualidad. Cada conversación, reflexión, momento de oración y trabajo en grupo fue enriquecedor y ayudó a profundizar nuestra comprensión y apreciación de lo valiosos que somos cada uno de nosotros para la misión.
Estoy muy agradecida por haber experimentado la unidad y el propósito compartido que se vivieron durante estas reuniones. Me voy con el corazón lleno de esperanza y más segura que nunca, de que trabajando juntos y juntas, podemos marcar la diferencia al servir, vivir y practicar los valores de la Congregación en la realidad actual.