De Hna. Jude Ellen Golumbieski, EE.UU. (Provincia de Mid-North America)
Gracias, Hermana Mary Johnson SNDdeN (Hermanas de Nuestra Señora de Namur), por compartir su punto de vista sobre algunos principios del Pensamiento Social Católico. ¡Cuán valioso sería para nosotras incluir este tema en la formación inicial y continua de nuestras Hermanas Contemplativas del Buen Pastor! Podría ofrecernos la oportunidad de ver nuestro voto de Celo a través de una nueva lente. Este voto, que nos llama -a vivir y rezar por la salvación de las personas, especialmente de aquellas a las que sirve nuestra Congregación- tiene un vínculo definido con los principios de la Doctrina Social Católica: la promoción del bien común, honrando la dignidad propia de cada persona, y manteniendo la tensión entre solidaridad y subsidiariedad en nuestras vidas, coincide con el deseo que tenemos de crecimiento y bienestar de cada persona.
Hacemos voto de vivir y orar por la salvación de las personas, especialmente de aquellas a las que sirve nuestra Congregación.
¿Qué puede significar esta salvación para nosotras en la realidad de hoy?
Jesús, el Buen Pastor, nos aclara este tema. En Juan 10,10, le escuchamos decir, ''Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.'' ¿No es ésta una parte fundamental de la Doctrina Social Católica? ¿No es esto a lo que nos llama nuestro voto?
Cuando definimos los Elementos Esenciales de la vida contemplativa del Buen Pastor, colocamos la ternura, paz, y la integridad de la creación en el corazón y la Primacía de Dios en la cabeza. Nuestras Constituciones nos desafían a 'entregarnos a una ferviente intercesión a fin de que la belleza de la imagen de Dios sea revelada en cada persona' (Const. 6) y para que cada persona tenga lo necesario para vivir plenamente.
Hablamos de ir a los márgenes, pero el Hermano Philip Pinto plantea esta pregunta: ''¿Quién trazó los márgenes?''. A través de nuestras vidas de contemplación y de incidencia, las hermanas contemplativas del Buen Pastor nos esforzamos por convertirnos en una goma de borrar que contribuya a hacer desaparecer las fronteras. Aceptamos la invitación de acoger a todos y todas en el centro para que cada persona pueda ocupar su lugar justo y legítimo en la mesa de Dios. Nos sentimos impulsadas a estar con todo el pueblo de Dios, compartiendo sus sufrimientos, alegrías, logros y fracasos. Sostenemos la creación con ternura.
La Doctrina-el Pensamiento-la Tradición Social Católica nos ayuda a centrarnos en la realidad de hoy y a responder con claridad y compasión a la llamada a la vida que es tan apremiante.
Vea la grabación de Zoominar de la Hermana Mary Johnson sobre algunos principios de la Doctrina Social Católica aquí.