Una acompañante de gracia para las nuevas hermanas de Kenia

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Por Hna. Celline Awino, Kenia (Provincia de África Centro Este - ECAP)

Acompañar a las mujeres que buscan discernir su vocación a la vida religiosa es un ministerio que requiere una preparación y una formación especiales. Este trabajo de identificar una vocación genuina y ayudar a nutrirla es de gran valor para la Congregación - si queremos permanecer estables y auténticas.

Actualmente, en Kenia, Provincia de África Centro-Oriental, tenemos escasez de hermanas con el nivel de formación de calidad necesario para llevar a cabo este ministerio específico con las muchas jóvenes que llaman a nuestras puertas.

Para responder a esta necesidad, viajé a Roma a principios de 2024 para comenzar el curso de seis meses del Programa de Preparación de Formadores impartido por la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG).

Tenía miedo de dejar atrás lo que me era familiar y aventurarme en lo desconocido. En mi nuevo entorno, con un clima, una cultura y un idioma diferentes a los que había conocido antes, tuve que aprender a dejarme llevar y a aceptar mi vulnerabilidad, algo que me resultó aún más fácil gracias a la maravillosa bienvenida que recibí desde el momento en que llegué.

Durante el curso, comprendí la importancia de adoptar un enfoque holístico de la formación. Cómo, al trabajar con grupos de hermanas, es vital ofrecer una formación personalizada, centrada en el aspecto humano, para potenciar su dimensión espiritual.

Llegué a valorar más cómo la formación es obra del Espíritu Santoy a comprender más profundamente que debo dejarme utilizar como instrumento en el proceso de discernimiento de cada mujer -hacia nuestro estilo de vida apostólico o contemplativo.

Cada etapa de este proceso, desde el principio hasta el final y cada paso intermedio, es de inmenso valor para cada nueva hermana y debe incorporarse con cuidado a su programa de formación. Este movimiento del ser al hacer es gradual y no siempre se mueve de una manera predecible o en línea recta.

Tras graduarme con éxito del curso el 5 de julio, me siento profundamente agradecida, a mis compañeros, a mi mentor, a mi director espiritual, a los coordinadores del programa y a todo el personal de la UISG. Ha sido un curso transformador en el que he tomado conciencia de mí misma, he profundizado en mi fe y en mi relación con Dios.

Dejo el curso habiendo adquirido conocimientos, establecido relaciones y conexiones significativas, aprendido nuevas habilidades y herramientas, y ampliado mi comprensión del contexto religioso en el mundo actual, en constante evolución.

Al regresar a Kenia, espero con impaciencia mi nuevo papel de directora de formación , que comenzará al finales de julio, cuando un grupo de siete mujeres de Kenia, Uganda y Sudán lleguen para iniciar su noviciado.

Estoy deseando ayudar a estas mujeres a desarrollar dinámica sana dentro de una comunidad intercultural e intergeneracional, valorando los dones que aportan, nutriéndolas y nutriéndome de ellas mientras yo también aprendo y crezco.

Sin embargo, también soy muy consciente de los retos que pueden surgir en el horizonte mientras estas mujeres alinean sus sueños y la visión de su futuro con la realidad de la vida como religiosas.

Uno de los aspectos más importantes que me traigo de mi formación es que la formación no es sólo obra del formador: es responsabilidad compartida por el equipo de liderazgo, el equipo de formación, los miembros de la comunidad, las hermanas individualmente, los partners en la misión y, lo que es más importante, la propia mujer en formación. Necesito ser capaz de tender la mano y buscar colaboración a lo largo del camino formativo, trabajando constantemente en red con los demás.

Por mi parte, trataré constantemente de ser una acompañante de gracia para estas nuevas hermanas, como Jesús lo fue con los discípulos en el camino a Emaús, escuchando atentamente, guiando su integración, desafiándolas a crecer y alentando su celo por la misiónEspero darles lo mejor de mí, guiada por el Espíritu Santo y apoyada por mis hermanas y partners en la misión.

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