Editado a partir de las contribuciones de Judith, Comunicadora de Enlace para Sudáfrica, y la Hna. Luzia Kibonga Kibonga, Comunicadora de Enlace para Angola y Mozambique.
El Día de África, conmemorado anualmente el 25 de mayo, es un símbolo poderoso de unidad, liberación y progreso para el continente africano. Marca la fundación de la Organización de la Unidad Africana (OUA) en 1963, que más tarde evolucionó en la Unión Africana (UA). Celebrado en todo el continente y por la diáspora africana en todo el mundo, el Día de África es un momento para reflexionar sobre el camino de las naciones africanas hacia la independencia, la autodeterminación y el desarrollo socioeconómico.
La celebración de este año fue especialmente significativa, ya que coincidió con el Simposio y la Asamblea General Anual (AGA) de COMSAM, organizados en Sudáfrica, en presencia de la primera prefecta, Hna. Simona Brambilla, y sus colegas del Dicasterio para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CICLSAL), y del Cardenal Fridolin Ambongo, presidente del SECAM. Con el tema " Esperanza, Sinodalidad y Empoderamiento de la Vida Consagrada en África", el evento reunió a hombres y mujeres consagrados de 30 países del continente en un profundo impulso de colaboración, fe y orgullo cultural.
Del 23 al 30 de mayo, la Conferencia de Liderazgo de Vida Consagrada del África Austral (LCCL-SA), presidida por la Hermana del Buen Pastor Zelna Oosthuizen, facilitó este evento histórico en colaboración con la Conferencia Episcopal Católica de Sudáfrica (SACBC) y varias organizaciones de apoyo, incluyendo la Liga Católica de Mujeres (CWL), la Fundación Conrad N. Hilton, el Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM) y Missio.
Los participantes asistieron a un programa dinámico que incluyó talleres, sesiones de oración y conferencias temáticas celebrando la unidad y diversidad de la vida consagrada en el continente..
Las sesiones estuvieron impregnadas del espíritu de Ubuntu y del árbol de la palabra africano, destacando el diálogo, la sinodalidad y la acción colectiva. Banderas de diferentes países fueron llevadas en una colorida procesión hacia el altar, simbolizando la unidad interconectada de África.
El mismo Día de África culminó con una misa solemne en la Iglesia Católica Regina Mundi en Johannesburgo. Los líderes religiosos y los fieles vestían ropa tradicional, y los himnos en varios idiomas africanos resonaron en la histórica iglesia, reflejando la riqueza lingüística y cultural del continente. Las banderas de 30 naciones fueron bendecidas en el altar, proclamando un mensaje poderoso: "Una África unida es una África empoderada".
Más allá del simposio, el espíritu del Día de África resonó en la misión del Buen Pastor en todo el continente, donde nuestras hermanas, socios en la misión, estudiantes y participantes de programas celebraron el rico patrimonio africano mientras fortalecían los lazos comunitarios.
Misión del Buen Pastor de Akhanani reunió a niños y personal para una conmovedora celebración de herencia, unidad y diversidad. El programa fue un hermoso recordatorio de las culturas, lenguas y tradiciones del continente, celebradas alegremente bajo un mismo techo.
El evento incluyó narración de cuentos por parte de uno de los facilitadores, con valiosas lecciones sobre respeto, valentía e igualdad. A esto le siguieron cantos y danzas animadas, con presentaciones de cada club que mostraban el ritmo y espíritu que unen a los pueblos africanos.
En Angola y Mozambique, las hermanas lucieron vestimenta tradicional hecha con telas locales, simbolizando la rica diversidad cultural del continente. En las distintas instituciones sociales del Buen Pastor, especialmente en las escuelas, las hermanas, socios en la misión y estudiantes se reunieron para una jornada de celebración. El programa incluyó charlas, recitales de poesía, danzas, obras de teatro y rituales tradicionales. Se compartió un almuerzo comunitario con una variedad de platos africanos. El himno nacional fue cantado y se rindieron homenajes a figuras africanas importantes, incluyendo a Agostinho Neto y José Eduardo dos Santos de Angola, así como a Nelson Mandela, entre otros.
A lo largo del día, un mensaje quedó claro: la fortaleza de África reside en su diversidad. A pesar de las diferencias en idioma, comida y costumbres, las celebraciones demostraron cuán conectados y unidos estamos realmente.
Estas iniciativas del Buen Pastor no solo educaron a los niños sobre el patrimonio africano, sino que también fomentaron en ellos un profundo sentido de orgullo y pertenencia. Al honrar sus raíces y compartir su cultura, nuestra familia del Buen Pastor contribuye a construir una comunidad más fuerte y comprensiva—una que lleva el espíritu vibrante de África en cada latido.