El Miércoles de Ceniza, con el que comienza la Cuaresma, cae este año en el día de San Valentín, el 14 de febrero. Hna Mary Edith Olaguer, Consejera Congregacional, comparte una reflexión mientras entramos en este periodo de preparación espiritual.

"La Ceniza y la Rosa son Una: Oscuridad que se desmorona y exuberancia que hormiguea.

¿Qué conversación puede comenzar a partir de aquí?

Según Iris Murdoch: "El amor es la difícil comprensión de que algo distinto de uno mismo es real". De repente te detienes. El silencio lo rodea todo y te encuentras con un entorno oscuro y exuberante a la vez. Ella tiene razón. Ella dice la verdad. Y miras a través de tu mente, tu corazón y tu alma y te preguntas: ¿Hay alguien, algo, que considero más importante, más real de lo que me considero a mí mismo? Y Oh, la diferencia que supondría mi respuesta para este mundo en el que estamos ahora. La espesa soledad que esclaviza a miles de personas empezaría a descongelarse porque prestamos atención a otra persona. De eso trata la Cuaresma.

La Cuaresma es encontrarnos con un entorno que nos invita a ir más despacio y a hacernos las preguntas que importan. Nos hace caer en la cuenta de cosas que podrían cambiarnos por dentro y por fuera. Estamos dispuestos a pasar por el ciclo muerte-renacimiento porque adquirimos la capacidad de esperar a través de la noche.

La Cuaresma trata de la generosidad. Es descubrir que incluso la fragmentación y el polvo pueden alimentar la tierra que nutre la rosa, cuyo florecimiento es mucho más importante que cualquier cosa que yo pueda imaginar o incluso desear.

¿Qué opinas?"