Por Sashirekha Natarajan, Presidenta del Comité de Educadores de Buen Pastor en Asia-Pacífico

Del 1 al 11 de octubre de 2025, la red Buen Pastor conmemoró el Día Internacional de la Niña con Once Días de Acción , una vibrante campaña que unió la oración, la defensa de los derechos y la colaboración en toda la región de Asia-Pacífico.

A través de siete sesiones virtuales por Zoom, cada Unidad de Incidencia reunió a niñas, educadores, padres y madres, y líderes comunitarios para defender los derechos de las niñas. Estas conversaciones reflejaron el espíritu de Beijing +30, el tema de la ONU para el Día Internacional de la Niña, y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), impulsando una visión compartida de igualdad y justicia.

Con un alcance de más de 10.000 estudiantes, docentes y padres, la iniciativa fomentó una participación creativa, inclusiva y transformadora entre todos los participantes. Cada diálogo se convirtió en un espacio seguro y valiente, empoderando a las niñas para hablar, ser escuchadas y liderar el cambio.

Juntos, renovamos nuestro compromiso de no dejar a nadie atrás y de construir un mundo donde cada niña viva con dignidad, confianza y esperanza.

Cilla, de Indonesia, reflexionó sobre su crecimiento personal:El cambio empieza desde adentro. He aprendido a usar mi voz, a liderar con propósito y a inspirar a otros a creer que cada niña tiene el poder de generar un impacto.'' De igual manera, Mayrangel, de Sri Lanka, enfatizó que el liderazgo no se trata de cantidad, sino de valores: "Se trata de defender lo que es correcto, incluso cuando es difícil. Cada pequeña acción puede inspirar a alguien más a creer en su propia fuerza.''

Para muchos, el evento fue una plataforma para abordar temas cruciales. Kendra, una presentadora de 10 años de Sri Lanka, habló con vehemencia sobre temas como la pobreza menstrual y el abuso infantil, abogando por el derecho de todas las niñas a la seguridad, el respeto y la educación. María, de Indonesia, se hizo eco de este sentimiento, compartiendo cómo la experiencia le enseñó que el liderazgo comienza con la valentía y el compromiso de actuar con empatía.

El evento también empoderó a las activistas para salir de su zona de confort. April, de Malasia, compartió, ''Gané confianza y aprendí a alzar la voz no solo por mí misma, sino también por otras chicas que no saben cómo hacerlo,'' Su mentora, Zianne, expresó su orgullo por las activistas, ''Que todas las participantes sean bendecidas! Sigan inspirando a la juventud… ¡son increíbles!''

Activistas de toda la región Asia-Pacífico compartieron historias similares de crecimiento y empoderamiento. Jasmine, de Chennai, comparó la experiencia con una constelación:Cada voz es única, pero más fuerte y brillante cuando están conectadas.'' Anne, también de Chennai, declaró, ''Somos la esperanza de un mañana mejor. Nuestros esfuerzos unidos harán del mundo un lugar más seguro para las generaciones venideras.''

En Nepal, Akriti describió cómo el evento la ayudó a descubrir su fuerza interior, mientras que Pabitra, de una aldea remota, encontró esperanza al hablar por las chicas cuyas voces a menudo no se escuchan. ''No importa de dónde venimos, nuestras voces y sueños pueden llegar al mundo”, dijo.

La celebración también destacó la importancia de los jóvenes aliados. Tham, de Malasia, y Om, de India, compartieron su compromiso con la defensa de los derechos de las niñas y la creación de espacios seguros. ''Como niño, me siento responsable de crear conciencia en mi comunidad,'' dijo Om.

Activistas como Joanne, de Chennai, y Diya, de Bangalore, enfatizaron el efecto efecto multiplicador del empoderamiento. “Cada pequeño acto de bondad puede generar un cambio radical,'' señaló Joanne, mientras que Diya expresó su deseo de ampliar la iniciativa para llegar a un público más amplio.

Los activistas de Filipinas captaron a la perfección el espíritu del evento. Bea describió el movimiento como un despertar colectivo y afirmó; ''Lo que comenzó como una misión se ha convertido en un movimiento que está transformando nuestro mundo.'' Li añadió, ''El cambio comienza con pequeños actos de valentía. Cada historia, cada postura y cada esperanza importan.''

Mientras las voces de las defensoras resonaban más allá de las fronteras, un mensaje era claro: la lucha por la igualdad, la seguridad y las oportunidades para las niñas está lejos de haber terminado. Gloriana, de Filipinas, lo resumió a la perfección: “Con acción colectiva y defensa compartida, lo imposible se vuelve posible. Perseveremos en la defensa de los derechos de las niñas y seamos la voz de quienes no la tienen.''

El Día Internacional de la Niña 2025 no fue solo una celebración; fue un llamado a la acción, un recordatorio de que cada voz importa y un testimonio del poder de la unidad para crear un mundo donde cada niña pueda superarse, soñar y liderar.