Por Bernardino Culombola, Facilitador de capacitación en salvaguarda, SAM

El Sector de Angola y Mozambique (SAM) ha dado pasos significativos desde 2021 para implementar la Política de Salvaguarda de la Congregación. Liderado por la Hna. Marcelina Domingos de Nascimento, Coordinadora del Sector, SAM adoptó la orientación de la Congregación, creando un comité de salvaguarda del sector y un equipo responsable de la aplicación de la política.

La Hna. Marcelina participó recientemente en una sesión de preguntas y respuestas con la Oficina de Salvaguarda, que compartimos con ustedes aquí.

¿Por qué es importante la salvaguarda para nuestra misión y quién es responsable de aplicar la política en Angola y Mozambique?

La salvaguarda es un mecanismo que contribuye al bienestar de todos en el sector, promoviendo un entorno seguro en el que todos los partners de la misión se relacionan entre sí, garantizando la protección de los niños sobre todo aquellos que son más vulnerables.

Todos somos responsables de la aplicación de la política de salvaguarda en todo el sector, independientemente de nuestra función, proyecto, programa, ministerio o área en la que trabajemos: todos procuramos alinear la forma en que aplicamos la política.

¿Cuáles son los principales resultados de la aplicación de la política de salvaguarda en el sector?

Los resultados de la aplicación de la política son bastante visibles.

Se ha creado un equipo capaz y competente para garantizar su aplicación tanto en Angola como en Mozambique, en consonancia con la legislación nacional.

Desde 2021, hemos adaptado y compartido la política y el código de conducta en todos los apostolados, programas y ministerios de nuestras siete comunidades en SAM, donde también hemos llevado a cabo sesiones de formación que han llevado a los asistentes a recibir certificaciones en salvaguarda.

Hemos aplicado la política en nuestros procesos de contratación y hemos movilizado a los partners en la misión y a los asociados para garantizar entornos seguros en todo el sector.

Estas acciones han llevado a una comprensión más profunda de la política de salvaguarda. Por supuesto, ¡Somos conscientes de que se trata de un viaje y de que aún queda mucho por hacer!

¿Cuáles son los mayores retos a la hora de aplicar la política?

Nuestra mayor dificultad es cubrir los gastos de formación, seguimiento y evaluación a nivel comunitario. Aunque tenemos un formador con funciones de facilitador que forma parte del equipo internacional de salvaguarda, nuestro otro reto es contar con personal capacitado que se dedique exclusivamente a la salvaguarda.

¿Qué ha hecho, como Coordinador del Sector, para garantizar una mayor apropiación de la salvaguarda y convertirla en una prioridad en SAM?

El sector ha hecho todo lo posible para incluir la salvaguarda en el programa de gobernanza. SAM -con el apoyo del facilitador de formación en salvaguarda- ha promovido la formación y las reuniones periódicas de sensibilización para las hermanas, los partners en la misión, el personal y otros asociados.

Se han incluido temas relativos a la salvaguarda para su debate durante las visitas comunitarias del coordinador de salvaguarda. El sector tiene previsto celebrar un capítulo en el que se debatirá el tema de la salvaguarda con el fin de encontrar soluciones a algunos de los retos mencionados anteriormente.

¿Qué mensaje le gustaría compartir con la Congregación?

Quisiéramos agradecer al Equipo de Liderazgo Congregacional por sus esfuerzos e inversión en los últimos años para promover la apropiación de las prácticas de salvaguarda en todas las Unidades a través de nuestra Congregación global.

Hacemos un llamamiento a todas las hermanas y partners de misión en SAM para que asuman un mayor protagonismo en su rol de salvaguarda y lo conviertan en una prioridad dentro de cada una de sus comunidades y ministerios, asegurando su aplicación efectiva.

Finalmente, nos gustaría recalcar la idea de que la salvaguarda es responsabilidad de todos - la contribución de cada persona es fundamental para que la salvaguarda se integre en todo lo que hacemos para llevar a cabo nuestra misión.