Por Hna. Dra. Euphrasia Daruna Mesomklin*, Tailandia
Provincia de Asia del Este
Al celebrar el Día Internacional contra la Trata de Personas, me siento profundamente honrado de compartir mis reflexiones sobre nuestra misión, nuestros esfuerzos y la gracia divina que nos ha sostenido a lo largo de los años, guiados por el amor y la compasión de Dios.
Buen Pastor de Tailandiacontra la lacra de la trata de personas en Tailandia empezó en serio en las ciudades fronterizas de Chiang Rai y Nongkhai, donde el problema era especialmente grave. En estas regiones, las dificultades económicas llevaron a muchas familias a tomar decisiones desesperadas. Los traficantes explotaban esta vulnerabilidad, ofreciendo dinero a los padres a cambio de sus hijas, que luego se llevaban con falsas promesas de empleo en Bangkok. Estas niñas a menudo nunca regresaban, cayendo en el abismo de la explotación y los abusos.
Hemos establecido comunidades en estas zonas para evitar que las niñas emigren a Bangkok. Esta iniciativa no se limita a las tribus de las colinas, sino que incluye a niñas de toda Tailandia. Nuestros programas comunitarios se centran en que continúen su educación y en proporcionarles el apoyo necesario. Con ello pretendemos dar a estas niñas mejores oportunidades en casa, reduciendo así el riesgo de trata. La educación y el apoyo proporcionados por nuestras comunidades en Chiang Rai y Nongkhai desempeñan un papel crucial en este esfuerzo, garantizando que estas jóvenes tengan un futuro lleno de esperanza y oportunidades en lugar de desesperación.
Reconociendo la urgente necesidad de intervenir, empezamos por formar a chicas jóvenes. Estas chicas se convirtieron en líderes empoderadas de sus comunidades. Con los conocimientos adquiridos, regresaron a sus aldeas para formar a otras, evitando así que se convirtieran en víctimas de la trata de seres humanos o de abusos.
En 2004, tras el devastador tsunami del Océano Índico, que afectó gravemente a las regiones costeras de Tailandia, nos vimos impulsados a actuar, al darnos cuenta de la magnitud de la explotación en estas zonas fronterizas. Nuestros esfuerzos iniciales se centraron en proporcionar educación y crear estructuras de apoyo comunitario para prevenir la trata. Establecimos programas para mantener a las niñas en la escuela y les ofrecimos formación profesional para dotarlas de habilidades que les permitieran tener mejores oportunidades laborales.
En 2006, con la gracia de Dios y el apoyo de Caritas Italianay otros partners, ampliamos nuestros esfuerzos estableciendo el Centro de Desarrollo y Formación Profesional del Buen Pastor en Patong, Phuket. En este santuario, impartimos formación profesional en peluquería, masaje tailandés, inglés e informática. Estos programas son algo más que formación: son faros de esperanzaque ofrecen a mujeres y niñas la oportunidad de escapar de la oscuridad de la industria del sexo y entrar en la luz de nuevas oportunidades. Le presentamos al equipo que participa en esta labor en el siguiente vídeo.
Nuestro trabajo en Pattaya, ciudad conocida por su animada vida nocturna y, desgraciadamente, por su alta incidencia de trata de personas, comenzó centrándose en proporcionar ayuda inmediata y soluciones a largo plazo. Colaboramos con partners comprometidos para crear un centro que ofrece servicios integrales de apoyo, como refugio seguro, asesoramiento, atención médica y formación profesional. Este centro se ha convertido en un refugio para quienes escapan de las garras de los traficantes, proporcionándoles las herramientas necesarias para reconstruir sus vidas.
Gracias a la guía de Dios, hemos sido testigos de innumerables milagros. Mujeres que antes se sentían atrapadas en la desesperanza han encontrado nuevos comienzos. Ahora dirigen sus propios negocios o han conseguido un empleo digno. Nuestras clases de inglés, por ejemplo, han capacitado a muchas para comunicarse con confianza, abriendo puertas que antes estaban firmemente cerradas.
Nuestro ministerio va más allá de la formación. Proporcionamos ayuda de emergencia, asesoramiento y atención médica. El Hogar Esperanza del Buen Pastor ofrece un refugio amoroso a las mujeres embarazadas, asegurando que reciban la atención y el apoyo que necesitan durante y después del embarazo.
Nuestra Congregación atraviesa actualmente un proceso de reestructuración, testimonio de nuestro compromiso de servir con mayor eficacia. Esta nueva estructura de gobernanza, inspirada por el Espíritu Santo, ya ha producido cambios significativos, permitiéndonos responder a las necesidades de nuestras comunidades con mayor agilidad y compasión. Estamos aprendiendo a asignar los recursos de manera más eficiente, a ampliar nuestros programas y a llegar a más almas necesitadas.
En este Día Internacional contra la Trata de Personas, doy gracias a Dios por el camino que hemos emprendido. Ha sido un camino lleno de retos, pero también de bendiciones divinas y del valor inquebrantable de las mujeres a las que servimosCon nuestra nueva estructura de gobierno y una fe inquebrantable, continuamos nuestra misión de de luchar contra la trata de personas, esforzándonos por construir un mundo en el que todas las niñas, mujeres y niños puedan vivir con dignidad y esperanza, envueltos en el abrazo del amor de Dios.
Les invito, queridos amigos, a unirnos en esta santa misión. Juntos, guiados por Su amor, podemos crear un futuro libre de la esclavitud de la trata de personas.
*La Hna. Dra. Euphrasia Daruna Mesomklin completó su doctorado en Psicología de Consejería en la Universidad de Preston, EE.UU.. Lea la historia de su vocación en el boletín de agosto de NSCBP.