Par la Fondation Internationale du Bon Pasteur (GSIF)
La situación humanitaria en la República Democrática del Congo sigue deteriorándose deteriorándose tras la caída de Goma y Bukavu, capitales respectivas de Kivu del Norte y Kivu del Sur. Durante años, el país ha estado plagado de ciclos de violencia, especialmente en el Este, donde la proliferación de grupos armados, las tensiones étnicas y la competencia por los recursos naturales han provocado una inestabilidad crónica. La última escalada ha causado la muerte de miles de personas y ha obligado a 400.000 familias a abandonar sus hogares sólo en enero. Este desplazamiento generalizado no sólo ha desarraigado a las comunidades, sino que también ha provocado graves violaciones y abusos de los derechos humanos, una mayor inestabilidad económica y angustia social.
Miles de familias -en su mayoría mujeres y niños- buscan refugio en la Provincia de Lualaba, donde opera nuestro partner local Bon Pasteur Kolwezi. Proceden de las zonas más afectadas por el conflicto, en Kivu Norte, Kivu Sur e Ituri. Estas familias han huido con poco más que la ropa que llevaban puesta, dejando atrás sus hogares, medios de vida y pertenencias. Al llegar a Kolwezi, se encuentran sin alojamiento permanente, ingresos ni acceso a los servicios básicos. Muchos se ven obligados a vivir hacinados en hogares de acogida, donde los recursos ya son escasos. Otros viven en refugios improvisados o en la calle. Con escaso o nulo acceso a agua potable y saneamiento, aumenta el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua.
Sobre el terreno, nuestro partner local Bon Pasteur Kolwezi actuó con rapidez para proporcionar ayuda de emergencia mediante la distribución de alimentos, kits de higiene y agua potable a los recién llegados. Las mujeres y los niños se llevan la peor parte de la guerra, sufriendo violencia y graves violaciones de los derechos humanos. Para ayudarles a curar sus heridas y reconstruirse, Bon Pasteur les ha proporcionado apoyo psicológico, terapias para traumas y apoyo sanitario. Pero al centrarse en la recuperación a largo plazo, sus esfuerzos van más allá de la ayuda de emergencia inmediata: los niños desplazados se han integrado en la escuela Bon Pasteur, con material escolar, uniformes y libros de texto cubiertos, mientras que a las mujeres se les ha ayudado a encontrar oportunidades de generación de ingresos mediante actividades empresariales a pequeña escala y formación profesional. Sin embargo, muchas familias desplazadas siguen en lista de espera debido al aumento de la demanda de servicios.
Rehema, una viuda de Goma, es una de ellas. Perdió a su marido a manos de las fuerzas rebeldes y se vio obligada a huir de su casa con 4 de sus 6 hijos. Tras un largo, agotador y peligroso viaje para ponerse a salvo, fueron acogidos por una familia local en Kolwezi. Tras meses de desplazamiento, sus hijos volvieron por fin a la escuela gracias al apoyo de BP. Rehema, por su parte, se matriculó en formación profesional en sastrería: aprendió a crear ropa hecha a mano y montó su propio negocio. Al vender sus productos en el mercado local, encontró una forma de estabilizarse económicamente y mantener a sus hijos sin depender de la ayuda exterior. “Esta nueva estabilidad me ha dado una sensación de independencia y dignidad que creía haber perdido para siempre desde que dejamos Ghoma”.
Muchas familias como la de Rehema se encuentran en una situación similar. Aunque las hermanas y los partners en la misión están movilizando todos los recursos existentes, la continua actividad rebelde sugiere que el desplazamiento persistirá, con más personas buscando refugio en provincias más seguras como Lualaba. Sin ayuda del gobierno ni un plan nacional estructurado, las organizaciones locales como Bon Pasteur seguirán soportando la carga. El apoyo urgente en educación, medios de subsistencia, asistencia alimentaria y atención psicosocial es fundamental para garantizar que estas familias recuperen la estabilidad y la dignidad.
En respuesta a la crisis, Bon Pasteur está ampliando su respuesta de emergencia y protección Bon Pasteur está ampliando su respuesta de emergencia y protección.