Por Judith Dumbutshena, coordinadora de comunicación, Unidad de Sudáfrica
Cada año el 11 de octubre, el mundo conmemora el Día Internacional de la Niña, declarado por las Naciones Unidas. Este día destaca los desafíos únicos que enfrentan las niñas a nivel mundial, a la vez que promueve su empoderamiento y el cumplimiento de sus derechos humanos. Es a la vez una celebración y un llamado a la acción : un recordatorio de que cada niña merece la libertad de soñar, crecer y liderar.
En la misión del Buen Pastor en Akhanani en Sudáfrica, la celebración irradiaba energía, orgullo y propósito. Niñas de diversos orígenes se reunieron para expresar sus sueños, luchas y triunfos a través de la poesía, la danza y la narración de cuentos.
En su intervención en el evento, la facilitadora del programa compartió un mensaje que capturó la esencia de la celebración:
"Cada niña o joven tiene una historia que contar. Sus historias inspiran a otras; sus historias inspiran el cambio. Cuando les damos las herramientas y la libertad para expresarse, no solo sanan, sino que lideran. Hoy no se trata solo de celebrar; se trata de reconocimiento y acción. ¡#GirlPower!''
El segmento de poesía del evento presentó obras originales escritas e interpretadas por las propias Niñas. Sus palabras reflejaban valentía y convicción, con un poema destacado que declaraba:
“Mi cuerpo es mío
De pies a cabeza
Lo mantengo a salvo
Quiero que lo sepas,
¡Si digo que no!
Por favor, entiéndelo
Mi cuerpo es mío
Está en mis manos”.
Aunque fue pronunciado por jóvenes, el mensaje fue profundo: una declaración de que toda niña tiene derecho a estar segura, respetada y valorada. Esto fue más que una actuación; fue una declaración de empoderamiento, afirmando el derecho de las niñas a la autonomía y la dignidad corporales.
La celebración también sirvió como un recordatorio aleccionador de los desafíos urgentes que persisten. En Sudáfrica, más de 106.000 niños han sido violados en los últimos seis años, el 90% de ellos niñas. Durante 2022/2023, la violación representó el 38.3% de todos los delitos contra la infancia, con más de 22,000 casos de agresión sexual denunciados.
Estas estadísticas revelan más que una crisis: exponen la falta de protección de las/los más vulnerables. Pero mediante la concienciación, la educación y la acción comunitaria, podemos cambiar esta narrativa.
Educadores y cuidadores están tomando posición, enseñando a las niñas, incluso desde sus primeros años, que tienen voz, derecho a decir “no,” y un cuerpo que debe ser respetado. A los niños también se les enseña que que la verdadera fuerza reside en la bondad y que el respeto y el consentimiento son valores innegociables.

El momento culminante del día en la Misión del Buen Pastor de Akhanani fue una enérgica actuación con el himno "¿Quién gobierna el mundo? ¡Niñas!'' La coreografía combinó estilos de danza moderna para simbolizar la trayectoria generacional de las niñas que luchan por la igualdad y el reconocimiento. Cada compás, paso y ritmo hablaba de unidad, determinación y el espíritu inquebrantable de la niñez.
Este mensaje refleja a la perfección la misión del Buen Pastor en Akhanani, dedicada a empoderar a niñas y jóvenes a través de la educación, la expresión creativa y el desarrollo del liderazgo. A través de sus programas comunitarios y sus iniciativas de defensa, la organización continúa trabajando incansablemente por un futuro en el que cada niña pueda alcanzar su máximo potencial.
Al concluir las celebraciones, un mensaje resonó con fuerza:
Nuestras niñas merecen crecer sin miedo.
Merecen ser vistas, escuchadas, y estar seguras.
El Día Internacional de la Niña no es solo un día de reflexión, sino un movimiento por el cambio. Cada poema, danza e historia nos recuerda que cuando empoderamos a las niñas, fortalecemos
Sigamos alentando, protegiendo y celebrando el poder que hay dentro de cada niña.






