Este domingo de Cuaresma, continuamos nuestras reflexiones sobre las "siete últimas palabras" pronunciadas por Jesús desde la Cruz a la luz de nuestros Documentos de Posición Congregacional. Esta semana, recordamos las sextas palabras, "Consumado es", vinculándolas con nuestra posición sobre la Violencia de Género.
Jesús dijo: "Consumado es". Y habiendo inclinado la cabeza, dió el espíritu.
Jesús fue víctima de la humillación y la violencia: fue desnudado públicamente al menos tres veces durante su calvario de crucifixión. Ahora, colgado de la cruz, probablemente desnudo -una práctica utilizada por los soldados para intimidar, aterrorizar y avergonzar a las víctimas-, Jesús grita triunfante: la víctima se ha convertido en vencedor.
Nuestra posición sobre la violencia de género, en particular de mujeres y niñas en situación de prostitución, identifica su núcleo en estructuras y prácticas sociales y políticas que devalúan y excluyen. Consideramos que sus causas profundas están vinculadas a la pobreza, el patriarcado, los privilegios masculinos, la riqueza extrema, las actitudes racistas, la militarización, la degradación ecológica, el apoyo familiar inadecuado y la exigencia de los hombres de que las mujeres estén disponibles para la compra sexual.
Nuestra primera respuesta como Congregación es expresar solidaridad con quienes son vulnerables a la violencia de género. Con la participación de quienes se encuentran en situación de prostitución, buscamos poner fin a esta violencia a través de programas como el de nuestro Hogar del Buen Pastor en Karjat, India, donde las madres en situación de prostitución trabajan con nosotras para asegurar que sus hijos estén protegidos de la prostitución de segunda generación.
Hoy, somos las manos y los pies vivos de Jesús, y a cada uno se le ha dado un don para que lo utilice en la obra de su misión, que no ha terminado. Utiliza tus dones para condenar las imágenes sexualizadas en la publicidad, para desafiar el uso de la pornografía y para criticar la proliferación popular de actitudes que humillan y degradan a las mujeres y sus cuerpos.
