Por Hna. Rozina Emmanuel, Provincia de Sri Lanka / Pakistán (Sector de Pakistán)
La Hogar Maria Droste para Adolescentes fue establecido en 2011 en Multan, Pakistán, con el objetivo de dar apoyo a chicas de áreas rurales desfavorecidas. El hogar comenzó con dos jovencitas, para brindarles educación básica, aptitudes para la vida y sensibilización social para ayudar a transformar la vida familiar y comunitaria.
Desde entonces, el proyecto no ha dejado de crecer, ofreciendo oportunidades educativas y formación moral, además de organizar sesiones de sensibilización para las adolescentes y sus familias con el fin de ayudar a crear entornos domésticos más sanos.
A lo largo de los años, el hogar ha ayudado a transformar las vidas de innumerables jovencitas, guiándolas hacia un futuro mejor. Sus historias de éxito, caracterizadas por la resiliencia y el empoderamiento, reflejan el inmenso impacto de la misión global del Buen Pastor.
Este año, el 8 de junio, tras una semana de preparativos espirituales y materiales, las residentes y el personal del Hogar para Adolescentes María Droste celebraron la la fiesta de la Beata María Droste , inspirándose en el ejemplo de su vida y su profunda espiritualidad.
Los actos del día destacaron la vida de la Beata María Droste, una mujer de fe cuyo amor por el Sagrado Corazón de Jesús inspiró toda una vida de servicio a los más vulnerables de la sociedad. Su compasión y dedicación se han convertido en la fuerza que anima el trabajo de las hermanas y partners en la misión del hogar, que están comprometidos con el fortalecimiento de las adolescentes desfavorecidas y el fomento de la esperanza entre las comunidades marginadas locales.
La celebración presentó una serie de actividades, incluido un programa cultural con una representación teatral que destacaba momentos clave de la vida de María Droste, como su carta histórica al Papa León XIII, que condujo a la consagración del mundo al Sagrado Corazón. Las participantes también intervinieron en un concurso sobre su misión y escribieron sus intenciones personales de oración. Además, un vibrante retablo dio vida de forma creativa a las virtudes y valores que ella defendió.
Vidas transformadas a través de Amor y Servicio
Durante la celebración, dos residentes del Hogar Maria Droste compartieron su testimonio sobre el profundo impacto de esta iniciativa
Ayesha (seudónimo), llegó como una tímida alumna de octavo curso y se fue llena de confianza, aptitudes y fe tras descubrir su pasión por la costura, la fabricación de muñecas y la enseñanza.
"Desde el principio, el ambiente en el hogar fue de mucho apoyo y aliento, especialmente hacia la educación. Las hermanas nos guiaban continuamente en nuestros estudios, lo que me ayudó a crecer tanto académica como personalmente.
“Desde muy pronto aprendí a cocinar y a coser. Esto me llevó poco a poco a hacer muñecas, e incluso empecé a subir mis creaciones a las redes sociales. A medida que crecía mi interés, empecé a descubrir mis talentos y pasión. A través de estas actividades, adquirí cierta disciplina y aprendí a hacer las cosas de forma organizada y responsable.
Con el tiempo, empecé a dar clases en línea. Aunque cometí muchos errores al principio, aprendí de ellos y los corregí por mi cuenta. Esta fase de mi experiencia me enseñó la importancia de la autoconfianza, la resolución de problemas y la perseverancia.
También tuve la suerte de participar en varios cursos de formación y seminarios. Estas experiencias ampliaron mis conocimientos y me enseñaron a compartir lo que había aprendido con los demás. Descubrí cómo ayudar a los demás a descubrir sus talentos ocultos y me di cuenta de la alegría que supone contribuir a su crecimiento.
Una de las partes más memorables de este tiempo fue servir como monaguilla; una vivencia que, junto con la catequesis, un retiro de silencio en 2024 y los seminarios de Cuaresma guiados por las hermanas, me ayudó a profundizar mi fe, a fortalecer mi relación con Dios y me enseñó a vivir dando un sentido a mi vida, con responsabilidad y una comprensión más profunda del compromiso y del servicio..
A través de estas experiencias, participé activamente en varios programas sociales, donde tuve la oportunidad de mostrar mis talentos y aprender de los demás. Estas oportunidades aumentaron mi confianza y me dieron una perspectiva más amplia de la vida.
Siempre estaré agradecida a las hermanas por haberme ayudado a crecer espiritual, intelectual y emocionalmente. Me ayudaron a convertirme en la persona que soy hoy: segura de mí misma, responsable y dispuesta a servir a la sociedad con las habilidades y valores que he adquirido.''
Otra residente, Sakina (seudónimo), compartió cómo se transformó en una joven fuerte y consciente de sí misma gracias a los seminarios sobre los derechos de la mujer y la orientación compasiva de las hermanas.
"Desde el principio, las hermanas y el personal me acogieron con cariño. El albergue también ofrece un ambiente propicio para el crecimiento. La hermana Sumaira, responsable del programa residencial, nos daba las clases. Su carácter dulce y su enseñanza suave pero impactante me hicieron comprender el verdadero significado de la educación. Los seminarios regulares sobre justicia de género y derechos de la mujer me hicieron mentalmente fuerte, consciente y segura a la hora de expresar mis opiniones.
Nos formaron regularmente en diversos programas diseñados para mejorar nuestros conocimientos prácticos y nuestras habilidades para la vida. Las hermanas del albergue siempre nos guiaron con paciencia y amor.
Mirando hacia atrás, me siento profundamente agradecida por todo lo que este lugar me ha dado:el valor para crecer, la confianza para expresarme y la sabiduría para llevar una vida llena de sentido y organizada.
El albergue se convirtió en algo más que un lugar donde vivir; se convirtió en mi segundo hogar, un espacio de seguridad, apoyo y transformación."
Las historias de estas jóvenes muestran cómo el hogar se ha convertido en mucho más que un refugio; es un lugar para la transformación y la creación de nuevas posibilidades.
Los eventos del día fueron un fuerte testimonio de los incansables esfuerzos de las hermanas del Buen Pastor y de los partners en la misión. A través de un compromiso inquebrantable, se cultiva un ambiente de amor, servicio y crecimiento espiritual donde se transforma la vida de innumerables jovencitas y se alimenta la esperanza de un nuevo futuro.
*los nombres de las niñas han sido cambiados para proteger su identidad