Por la Hna. Luzia Kibonga, Coordinadora de Comunicaciones, Angola (Sector Angola/Mozambique)

La misión del Buen Pastor en Angola y Mozambique está impulsando su labor en dos frentes cruciales: ampliar su alcance a las mujeres que sufren exclusión social e y invertir en nuevos líderes para sostener y aumentar su impacto.

El 25 de octubre de 2025 Mozambique, las hermanas y sus colaboradores realizaron una visita conjunta a la Prisión de Mujeres de Nampula, en colaboración con la Acción Social de Nampula.

Esta iniciativa brindó la oportunidad de conectar con estas mujeres que viven al margen de la sociedad mozambiqueña. La iniciativa se centró en escuchar, conectar y apoyar las esperanzas de las mujeres de reintegrarse a sus familias y comunidades. Fue una oportunidad para demostrar cómo el el amor misericordioso del Buen Pastor trasciende los muros y transforma los corazones.

Las mujeres detenidas a menudo se enfrentan a múltiples desafíos, como el estigma, la ruptura de relaciones familiares y el acceso limitado al apoyo social. Al interactuar directamente con ellas, el equipo reafirmó su compromiso de llegar a personas cuyas necesidades frecuentemente se pasan por alto. La visita también fortaleció nuestra colaboración con instituciones locales comprometidas con la inclusión y la equidad social.

Mientras tanto, en Angola, la misión celebró un importante momento de renovación. El 7 de octubre, ocho mujeres iniciaron oficialmente distintas etapas de formación en Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor: tres ingresaron al pre noviciado y cinco al noviciado. Provienen de Angola, Mozambique y Nigeria, lo que refleja la amplitud de nuestra misión y nuestro deseo compartido de servir.

"Agradecemos la generosidad de estas hermanas por responder al llamado de Dios y fortalecer la misión global del Buen Pastor'' expresó la Hna. Eva Ribeiro, Coordinadora del Sector Angola-Mozambique. ''Su compromiso es una señal de esperanza de que nuestra misión prosperará''

Los líderes del sector consideran estos avances como un claro indicador de crecimiento, no solo en número sino también en la profundidad de su compromiso con las Comunidades de ambos Países. Los esfuerzos conjuntos en formación y alcance social ponen de relieve una misión que se mantiene firme en la dignidad, la justicia y el apoyo a las mujeres y niñas que enfrentan la adversidad.

Desde el trabajo en prisiones hasta los logros vocacionales, la misión del Buen Pastor en esta región de África continúa evolucionando, fortaleciendo la colaboración, fomentando el entusiasmo y asegurando una presencia permanente donde más se necesita apoyo.