Por Hna. Myriam Theresa Bui, Vietnam (Provincia de Asia del Este)
En una celebración de fe y compromiso, nuestras hermanas y partners en la misión en Vietnam se alegraron recientemente de la profesión perpetua de Hna. Mary Rita Nguyen, Hna. Mary Patricia Bui y Hna. Mary Augustina Phan.
Tras años de discernimiento, formación y servicio, la ceremonia -celebrada el 8 de abril de 2025 en la Binh Thuan Church de la ciudad de Saigón- significó el compromiso de vida de estas tres mujeres con Dios y con la misión del Buen Pastor.
En presencia de otras religiosas, miembros de la familia, amigos y la familia extendida del Buen Pastor, las hermanas hicieron públicamente sus votos de castidad, pobreza, obediencia y celo por la salvación de las almas, mientras abrazan un camino de por vida de amor, servicio y testimonio dentro del carisma de Santa María Eufrasia Pelletier y San Juan Eudes.
Rito de profesión
Las hermanas, sosteniendo velas encendidas como signo de su ardiente deseo de comprometerse a una vida de servicio, se arrodillaron ante el altar para profesar sus votos. A continuación, cada hermana recibió los símbolos de su compromiso de vida, incluido el anillo, signo de su profunda relación con Jesús Buen Pastor y de su pertenencia a la familia del Buen Pastor.
Durante la homilía, el Obispo de la Diócesis de Sai Gon, Su Excelencia Reverendísima Joseph Nguyen, hizo hincapié en el amor radical y la fidelidad inquebrantable que conlleva este compromiso. Animó a las nuevas profesas a ser faros de esperanza y testigos vivientes de la misericordia y la compasión de Dios, especialmente en su servicio a las niñas, las mujeres y los niños.
El valiente "si'' de estas tres mujeres refuerza la misión de compasión y justicia del Buen Pastor, llevando esperanza y transformando vidas en Vietnam y en todo el mundo.
Un tapiz de fe
La presencia de hermanas de Tailandia, Myanmar, Hong Kong, Filipinas y Estados Unidos no sólo puso de relieve el alcance global y la interconexión de la familia del Buen Pastor sino que también sirvió como un poderoso testimonio de la llamada universal a servir y nuestro propósito y misión del Buen Pastor compartida, de llegar a los vulnerables y marginados de la sociedad.
Su presencia fue un poderoso recordatorio del amor universal que trasciende las fronteras y une a todos los que están llamados a ser el corazón y las manos de la misión del Buen Pastor en el mundo.