Hoy, cuando celebramos los 104 años del nacimiento de Aguchita, el 13 de junio de 1920, llegamos al final de nuestras seis semanas de reflexiones sobre cómo su vida y su ministerio se hicieron eco de cada una de las seis áreas de intervención de la Congregación, mucho antes de que fueran definidas en nuestros Documentos de Posición. Esta semana, reflexionamos sobre el enfoque de Aguchita respecto a la migración y sus consiguientes injusticias.

En vida de Aguchita, como hoy, la emigración se inscribía en un contexto social, político, económico y teológico más amplio. En el siguiente extracto, adaptado del libro Aguchita: Misericordia y Justicia, leemos cómo para quienes se enfrentan a condiciones de pobreza, inseguridad alimentaria, degradación del medio ambiente, desastres naturales, conflictos armados, condiciones laborales inhumanas, violaciones de derechos o un gobierno manifiestamente ineficaz, la migración puede ser un medio para alcanzar la libertad y la supervivencia, para establecer mejores oportunidades sociales y económicas..

A partir de 1960 comenzaron las prospecciones petrolíferas, que provocaron la demanda de concesiones de tierras y conflictos por ellas. En algunos casos, los colonos se unieron para formar cooperativas y, en otros, pretendían que la tierra se privatizara con fines comerciales. Sin embargo, las fincas existentes buscaban más trabajadores, que eran traídos de diversos lugares "como ovejas arreadas". Venían bajo la falsa promesa de obtener tierras y asegurarse un futuro mejor, lo que no siempre era el caso. Esta situación exacerbó el sentimiento de injusticia y sirvió de caldo de cultivo para el descontento que los grupos violentos utilizaron más tarde para justificar sus acciones.

La posición de la Congregación sobre la migración subraya que todas las personas, independientemente de su estatus migratorio, son titulares de derechos cuya protección es un imperativo moral y que los derechos de los cónyuges e hijos migrantes merecen una consideración destacada.

El Día Mundial contra el Trabajo Infantil, celebrado ayer (12 de junio) World Day Against Child Labor, puso de relieve el problema de que casi 1 de cada 10 niños del mundo está sometido a trabajo infantil, una lacra que afecta especialmente a comunidades marginadas como los migrantes.

Como Congregación, uno de los programas en los que trabajamos para apoyar a las familias migrantes y poner fin al trabajo infantil es el Centro Buen Pastor , en la República Democrática del Congo.

Al igual que ocurrió con la explotación de la industria petrolera en el Perú de los años sesenta, la demanda mundial de Cobalto ha causado penurias incalculables a las comunidades transitorias y permanentes de los alrededores de Kolwezi, donde se encuentra uno de los mayores yacimientos de cobalto y cobre del mundo.

Con el apoyo de la Good Shepherd International Foundationnuestras siete hermanas y 95 socios en misión trabajan para ofrecer a unos 1.000 niños de los alrededores -muchos de los cuales se habían visto obligados "como ovejas arreadas" a trabajar en las minas de cobalto- un espacio seguro y de apoyo donde puedan aprender, crecer y prosperar..

Aguchita se ofreció voluntaria para ir a servir entre las comunidades de La Florida, un nuevo asentamiento al que habían llegado migrantes en busca de trabajo. En el proceso de apoyar a estas comunidades, sacrificó su propia vida y su libertad al morir prematuramente a manos de un grupo terrorista. Aunque el conflicto armado la había preocupado, mantuvo la calma porque lo importante para ella era estar con su rebaño.

¿Te llama tu corazón migrante a servir a niñas, mujeres y niños necesitados, arriesgándolo todo por la misión? Ponte en contacto con tu director local de vocaciones o envía un correo electrónico a vocations@gssweb.org para hablar con nosotros sobre cómo puedes explorar tu vocación. vocation.