Por la hermana Margaret Lynch, coordinadora internacional de Justicia y Paz de Good Shepherd.
El cierre de la COP30 en Belém decepcionó a muchas personas de todo el mundo, ya que los líderes no se comprometieron con acciones decisivas y urgentes para proteger nuestra casa común. A pesar de las esperanzas de que esta ''COP de la verdad'' diera prioridad a las personas sobre los beneficios, el acuerdo final evitó cualquier mención a los combustibles fósiles, el principal motor del cambio climático.
La ausencia de compromisos significativos perjudica de manera desproporcionada a los más vulnerables, especialmente a las mujeres, las niñas, los pueblos indígenas y las comunidades que viven en la pobreza. Como afirma nuestro documento de posición sobre justicia económica : ''No puede haber justicia cuando los sistemas económicos privilegian el beneficio a expensas de las personas y del planeta.''
Niñas y mujeres en primera línea
"Las voces y experiencias de las mujeres y las niñas son esenciales para dar forma a soluciones justas.'' Sin embargo, en la COP30 se intentó de nuevo debilitar el lenguaje sensible al género y excluir a la sociedad civil de las negociaciones clave. Las decisiones se tomaron a puerta cerrada, sin que los verdaderos expertos, los que sufren a diario las consecuencias de la alteración del clima, estuvieran presentes.
Signos de esperanza
Hubo algunas señales de esperanza. La determinación de los pueblos indígenas y de la sociedad civil ayudó a asegurar el compromiso con un mecanismo de transición justa, un paso hacia la protección de los trabajadores, las comunidades y los derechos humanos a medida que el mundo se aleja de los combustibles fósiles. Esto se hace eco de nuestra creencia de que ''la transformación es posible cuando las personas actúan juntas en solidaridad.''
». Esto, combinado con un acuerdo formal para triplicar la financiación de la adaptación de aquí a 2035 y el lanzamiento del Fondo para los Bosques Tropicales para financiar la protección de los bosques, supuso que la reunión arrojara algunos resultados positivos.
Nuestra respuesta como Buen Pastor
En este momento de incertidumbre global, reafirmamos:
"La dignidad de cada persona y de toda la creación no es negociable.''
"La crisis ecológica es una crisis moral que exige una conversión.''
"Estamos con las niñas, las mujeres, los migrantes y aquellos que han sido marginados por la destrucción del medio ambiente.''
De cara a la COP31, hacemos un llamamiento a la acción climática basada en los derechos humanos y guiada por la sabiduría vivida de los más afectados.
La fidelidad a la misión del Buen Pastor exige que sigamos alzando nuestra voz hasta que los líderes políticos antepongan el sufrimiento de las personas y el futuro de nuestra Tierra a los beneficios económicos.
Juntos, seguimos trabajando por la justicia, la esperanza y la sanación de nuestra casa común.
Por favor, mira y suscríbete a nuestro publicando vídeos cortos en las redes sociales sobre la posición de Buen Pastor en Ecología Integral antes y durante la COP30. (GSIJP ha estado publicando vídeos canal de https://www.youtube.com/@GSIJP_BPIJP , gracias)






