Por Faith Segundo, Gerente de Generación de Recursos, Fundación para el Desarrollo Integral Santa María Eufrasia (SMEIDFI, por sus siglas en ingles), Quezon, Filipinas
Una de las ciudades más grandes de Filipinas, Quezon City, en el área metropolitana de Manila, alberga una gran cantidad de comunidades vibrantes. Pero entre sus barrios, algunos lidian con la pobreza extrema, donde las necesidades básicas a menudo no están satisfechas. Bagong Silangan es una de esas comunidades. La mayoría de los residentes tienen un acceso limitado a oportunidades de subsistencia y recurren a actividades informales para subsistir. Los servicios básicos, incluida la educación, son escasos.
La primera infancia es un período crítico para el crecimiento cognitivo, emocional y social. Durante estos años de formación, se establecen las bases para el aprendizaje, el comportamiento y la salud a lo largo de toda la vida, y para los niños de Bagong Silangan, el acceso a programas de calidad para la primera infancia puede ser transformador.
Reconociendo esto, las Hermanas del Buen Pastor en Filipinas establecieron el Centro de Juego y Aprendo Headstart en octubre de 2004 en Bagong Silangan con la esperanza de generar impactos profundos y duraderos en las vidas de los niños desfavorecidos y sus familias a través del cuidado y desarrollo de la primera infancia.
El programa está coordinado por la St. Mary Euphrasia Integrated Development Foundation (SMEIDFI), la organización de desarrollo social de las Hermanas del Buen Pastor en Filipinas, con el apoyo de benefactores, partners en la misión y voluntarios de la comunidad.
Es un programa receptivo que atiende las necesidades de desarrollo de los niños para garantizar su preparación para la educación formal. No solo brinda oportunidades educativas, sino que también garantiza que los niños reciban una nutrición, atención médica y apoyo psicosocial adecuados.
Headstart Juga y aprende, promueve la educación inclusiva al proporcionar oportunidades de aprendizaje accesibles y culturalmente relevantes en las que los niños de entornos marginados tienen un comienzo justo en la vida.
Como programa basado en la comunidad capacita a los residentes como educadores voluntarios y trabajadores comunitarios para el esfuerzo colectivo en apoyo del programa de cuidado y desarrollo de la primera infancia. También garantiza que los padres y tutores reciban orientación y educación sobre las prácticas de crianza de los hijos, mejorando su capacidad para apoyar el desarrollo de sus hijos.
Por nivelar el campo de juego para los miembros más jóvenes de la sociedad, Headstart contribuye a la equidad social y la estabilidad económica a largo plazo. Desde su creación, el programa Headstart ha atendido a más de mil niños en Bagong Silangan. Además de los servicios mencionados, también ofrece chequeos de salud regulares y comidas nutritivas para ayudar a combatir la desnutrición y las enfermedades prevenibles, asegurando que los niños estén sanos y listos para aprender.
Los antiguos alumnos han mostrado notables avances en sus capacidades intelectuales, valores y actitudes. Además, los padres de la comunidad han desarrollado habilidades esenciales para la vida y han adquirido conocimientos sobre la crianza eficaz, los derechos de los niños y los derechos de las mujeres.
A través de Headstart, las Hermanas del Buen Pastor en Filipinas continuarán sentando las bases para un futuro más brillante, donde todos los niños, independientemente de su estatus socioeconómico, puedan tener la oportunidad de alcanzar su máximo potencial, creando un efecto dominó de cambio positivo que puede elevar a toda la comunidad.
