El devastador terremoto de magnitud 7.7 que sacudió Myanmar y Tailandia esta mañana, causando una destrucción generalizada, ha dejado a innumerables personas y comunidades conmocionadas. Todavía estamos trabajando para comprender el alcance total de su impacto.
Hemos recibido una actualización del Líder de Unidad de Asia Oriental, quien nos ha informado que todas las hermanas y socios en misión están a salvo, aunque varios edificios comunitarios y proyectos han sufrido daños (ver imágenes). Todos permanecen en la calle, en estado de shock, con miedo y ansiedad para volver a ingresar a los edificios.
La seguridad y el bienestar de quienes servimos en Myanmar y Tailandia a través de nuestra misión del Buen Pastor son de máxima prioridad en este momento. Esto incluye a muchas familias que ahora enfrentan pérdidas, desplazamiento e incertidumbre.
Les pedimos que nos acompañen en oración por todas las personas en Myanmar, Tailandia y las regiones vecinas afectadas por este terremoto.
Seguiremos monitoreando de cerca la situación y manteniendo contacto con nuestras hermanas y socios en el terreno mientras evalúan las necesidades más urgentes. Se compartirán más actualizaciones tan pronto como haya información adicional disponible.