Por Brenda Lee, Asistente del Servicio Social, Centro del Buen Pastor, Singapur (Provincia de Singapur-Malasia)
El 16 de julio, el personal del Good Shepherd Center (Centro del Buen Pastor) impartió un programa de formación sobre tecnología y dispositivos como WhatsApp, teléfonos inteligentes, televisión, ordenadores portátiles y aplicaciones de traducción para celebrar el Día Mundial contra la Trata de Personas, que se conmemora el 30 de julio.
Decidimos realizar el programa utilizando este método digital porque tenemos seis residentes que hablan cinco idiomas diferentes entre ellos. Aunque el programa pretendía enseñar a los participantes los usos positivos de la tecnología para el aprendizaje, también ponía de relieve los peligros de las actividades en línea.
Entre los temas clave figuran cómo protegerse en línea, reconocer las estafas, entender cómo utilizan Internet los traficantes y proteger a los niños de los depredadores en línea. Además de aprender técnicas prácticas para comportarse con seguridad en la red, los participantes se prepararon mejor para prevenir la trata de seres humanos y otras amenazas en línea.
Tras presentar el programa, los participantes vieron el primer vídeo (véalo aquí), sobre la determinación y valentía de una madre que se infiltró en Internet para desenmascarar a los depredadores de menores. Gracias a sus inquebrantables esfuerzos, reunió meticulosamente pruebas y captó conversaciones y acciones de estos depredadores antes de entregar la información a las autoridades. Sus inspiradoras acciones conmovieron profundamente a muchos participantes en el programa.
Utilizando una aplicación de traducción, compartieron por WhatsApp que admiraban su valor y aplaudían su valentía por crear un plan para atrapar a estos depredadores. Este vídeo también sirvió para abrir los ojos a algunos de los participantes que participaban habitualmente en juegos en línea. Una participante dijo que, después de ver el vídeo, estaría más atenta cuando se conectara a Internet para jugar.
El último vídeo (véalo aquí) mostraba a una mujer joven, moderna, segura de sí misma y educada que compartía su experiencia personal de haber sido víctima de una estafa amorosa, con el resultado de una pérdida devastadora de 70.000 dólares-Singapur. Este vídeo impactó profundamente a todos los participantes en el programa, haciéndoles reflexionar sobre su vulnerabilidad ante las estafas modernas y lo que se siente al perder tal cantidad de dinero.
Uno de los participantes dijo que el vídeo había servido de llamada de atención, al poner de relieve cómo los estafadores habían evolucionado y adaptado sus tácticas a la era digital. La joven del vídeo, a pesar de ser precavida y perspicaz, cayó víctima, lo que pone de relieve que incluso las personas más vigilantes pueden ser susceptibles de sufrir estafas sofisticadas. Para muchos participantes, el vídeo desafió sus suposiciones sobre las estafas, revelando que los estafadores de hoy son muy diferentes y más astutos que los del pasado.
Al final del día, el personal se tomó unos minutos para reflexionar con los participantes sobre lo que pensaban y lo que se llevaban del programa. Una de ellas dijo que había aprendido cosas que no se enseñaban en la escuela y agradeció esta oportunidad. El resto de los participantes expresaron que en Internet abundan las estafas y los delincuentes, y que deben tomar las precauciones necesarias para estar seguros mientras navegan.
