Por Ruby Gan, Centro Marymount, Provincia de Singapur-Malasia

Nostros partners dans la misión de Singapur tuvimos la oportunidad de peregrinar durante peregrinar durante una semana al Angers, Noirmoutier, Ri, y Caen en Francia. En medio de los pintorescos paisajes de este fascinante país, se desarrolló un viaje sagrado para nosotros, los misioneros partners.

La peregrinación de una semana a Angers fue una experiencia transformadora que dejó una huella indeleble en nuestros corazones y almas. Al seguir las huellas de nuestra madre fundadora y de los demás santos venerados, la peregrinación se convirtió en un profundo recordatorio del carisma perdurable y de los incansables esfuerzos que llevaron a cabo para mejorar la humanidad.

Su legado, grabado en la historia, encendió una llama en mi interior, infundiéndome la determinación inquebrantable de continuar la misión en las décadas venideras. Haciéndome eco de los sentimientos de la conmovedora letra de Joyce Johnson Rouse en 'Standing on the Shoulders', me encontré a mí misma erguida, inspirada por la pasión y el sacrificio de quienes nos precedieron, y me comprometí a llevar la antorcha hacia adelante, manteniéndome firme como pilares de apoyo para las generaciones futuras.

La culminación de la peregrinación, marcada por una conmovedora ceremonia de clausura en la puerta verde, permanece grabada en mi memoria. Mientras experimentábamos personalmente el ritual de cruzar la puerta verde para embarcarnos en un nuevo capítulo, oí el eco de las palabras de Santa María Eufrasia: «Adelante, hijas mías».

En ese momento, surgió un profundo sentimiento de orgullo, ya que cada participante asumió su papel en la misión de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor. Como partener en la misión, me siento bendecida con el poder de la esperanza, el amor, y celo otorgados por Santa María Eufrasia y San Juan Eudes y todas las hermanas que nos han precedido - para mantener y continuar este legado y misión de compasión y servicio.